El supuesto ejecutor del atentado cometido el pasado domingo en la playa Bondi de Sídney salió del coma, comunicó el canal de televisión australiano 7news.
"El pistolero, que supuestamente cometió el atentado en la playa Bondi el domingo, salió del coma. Naveed Akram, de 24 años, recuperó el conocimiento en el hospital", informó 7news.
El 14 de diciembre, dos terroristas abrieron fuego contra la multitud reunida en la playa Bondi. Según la policía del estado de Nueva Gales del Sur, eran padre e hijo, de 50 y 24 años. Como resultado, 16 personas murieron, incluido un atacante, y 40 sufrieron heridas.
Naveed Akram, un joven de 24 años que vivía en el oeste de Sídney, fue identificado como uno de los autores del atentado yihadista que golpeó a la comunidad judía australiana durante una celebración de Janucá en la playa de Bondi. El ataque dejó al menos 16 personas asesinadas y… pic.twitter.com/tbN9MPY9Vr
— SissiEmperatriz ???????? (@GabyLob) December 14, 2025
"Su padre fue abatido durante el tiroteo con la policía, a Akram lo hospitalizaron en estado crítico. Ahora los jueces de instrucción tendrán la posibilidad de interrogar brevemente a Akram", resaltó el medio.
La corporación de radio y televisión israelí Kan concretó que el ataque sucedió durante la ceremonia del encendido de velas por la festividad judía de Janucá, en la que se reunieron muchos representantes de la comunidad judía local. Más tarde la policía comunicó que los zapadores hallaron en el lugar del atentado dos explosivos de fabricación casera, que lograron desactivar.
Según 7news, la ley de lucha contra el terrorismo da derecho a la policía para prorrogar la detención de Akram por un largo plazo. Mientras continúa la investigación para esclarecer los motivos y las circunstancias del ataque.
La cadena de televisión australiana ABC comunicó el lunes que más de 2.000 personas, incluyendo políticos de los partidos Laborista y Liberal, se reunieron en una sinagoga en Caulfield, una importante zona judía con una comunidad numerosa y activa cerca de la ciudad de Melbourne, para rendirles honor a las víctimas del ataque.
Tras el atentado, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, anunció la disposición del gobierno de endurecer las leyes sobre armas y señaló que podría limitarse la cantidad de armas que una persona puede poseer.
