Plaquetas, ¿qué son, quién las necesita y por qué siempre hacen falta?

Plaquetas, ¿qué son, quién las necesita y por qué siempre hacen falta?

Foto: FreePik

En redes sociales es cada vez más frecuente ver publicaciones solicitando donadores de sangre para pacientes en estado delicado. Sin embargo, existen también personas que requieren plaquetas, un componente crítico que salva vidas, especialmente en pacientes con cáncer, leucemia, trasplantes o hemorragias graves.

 

¿Qué son las plaquetas?

 

Las plaquetas o trombocitos son fragmentos pequeños de células que circulan en la sangre y cuya función principal es ayudar a formar coágulos para detener hemorragias. Cuando una persona tiene plaquetas muy bajas (trombocitopenia), puede sangrar de forma espontánea o sufrir hemorragias internas que ponen en riesgo su vida.

 

A diferencia de los glóbulos rojos, que transportan oxígeno, o el plasma, que lleva nutrientes, las plaquetas son las responsables de que la sangre “se tape” cuando hay una herida.

 

¿Los bancos de sangre almacenan plaquetas?

 

Sí, pero con limitaciones importantes, y es que mientras que la sangre completa puede conservarse hasta 42 días y el plasma se congela por meses o años, las plaquetas solo duran 5 días, máximo 7 en algunos países con tecnología especial y deben mantenerse en constante agitación a temperatura ambiente.

 

Por eso no se pueden acumular grandes reservas, ya que lo que se dona hoy, se usa en los próximos días, lo cual explica por qué las solicitudes de plaquetas son siempre urgentes y dirigidas a tipos específicos, aunque técnicamente cualquier tipo de sangre puede donar plaquetas, lo ideal es que coincida el grupo ABO y Rh del receptor.

 

¿Tiene diferentes requisitos esta donación?

 

La extracción de plaquetas se lleva a cabo mediante un procedimiento especializado llamado aféresis, en el que el donador es conectado a una máquina que separa las plaquetas y devuelve el resto de la sangre al cuerpo.

 

Este proceso dura entre 90 y 120 minutos, mucho más que una donación tradicional, pero permite obtener en una sola sesión el equivalente a lo que aportarían entre cinco y ocho donaciones de sangre completa.

 

Para ser donador, los centros de transfusión exigen requisitos básicos como tener entre 18 y 65 años, pesar al menos 50 a 55 kilos, gozar de buena salud y contar con venas adecuadas para el procedimiento, ya que se utiliza una aguja más gruesa. También se pide no haber donado sangre en las últimas ocho semanas ni plaquetas en las últimas 48 horas, además de no consumir aspirina o antiinflamatorios durante los tres a cinco días previos, ya que estos medicamentos afectan la función plaquetaria.

 

Quienes acuden a donar deben haber comido en las últimas horas y someterse a un conteo plaquetario el mismo día, pues se requiere un nivel mínimo de 150,000 plaquetas por microlitro para garantizar la seguridad del proceso.

 

Los bancos de sangre insisten en que la donación recurrente es clave, un solo donador puede marcar la diferencia entre posponer o salvar un tratamiento oncológico.

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