Más de 250 millones de personas se han visto obligadas a desplazarse dentro de sus países debido a desastres climáticos durante la última década, lo que equivale a más de 67.000 personas que abandonan sus hogares diariamente, informó este lunes la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
"Los 250 millones de desplazamientos internos causados por desastres naturales en la última década representan aproximadamente 67.000 diarios, o dos desplazamientos cada tres segundos", señala el nuevo informe de Acnur publicado en su sitio web.
El documento alerta que muchas zonas que albergan campos de desplazados ya enfrentan, o enfrentarán pronto, condiciones climáticas extremas.
Las inundaciones en Sudán del Sur y Brasil, el calor récord en Kenia y Pakistán, y la escasez de agua en Chad y Etiopía figuran entre los desastres mencionados en el informe.
"Para 2050, los campos de refugiados más calurosos del mundo, ubicados en Gambia, Eritrea, Etiopía, Senegal y Mali, podrían enfrentar casi 200 días de calor peligroso al año, lo que representa una grave amenaza para la salud y la vida", advierte el reporte.
Acnur proyecta que muchos de estos lugares "probablemente se volverán inhabitables debido a la combinación mortal de calor extremo y alta humedad".
Para finales de junio de 2025, otros 117 millones de personas habían abandonado sus hogares debido a conflictos armados, violencia o violaciones de los derechos humanos, y tres de cada cuatro de ellas residen en países con alta o extrema exposición a riesgos climáticos.
Para 2040, el número de países que enfrentan peligros climáticos extremos podría aumentar de 3 a 65.
El organismo alertó que el déficit de financiamiento de las organizaciones humanitarias podría dejar a millones de personas sin protección.
La semana pasada, el alto comisionado Filippo Grandi informó que Acnur se vio forzado a reducir su personal en un 30%, despidiendo a 5.000 empleados por falta de presupuesto.
Según sus proyecciones, este año la agencia recibirá menos de 4.000 millones de dólares de los 10.600 millones solicitados, lo que obligó a recortar programas esenciales.