Seis preguntas que nunca deberías hacerle a una IA

Seis preguntas que nunca deberías hacerle a una IA

Foto: Freepik

La inteligencia artificial (IA) se convirtió en una herramienta cotidiana y está presente tanto en la educación, como en el trabajo y el entretenimiento. Sin embargo, su uso no está exento de reglas, ya que se identificaron seis tipos de preguntas que, por razones éticas, legales y de seguridad, nunca deben dirigirse a asistentes como Gemini o ChatGPT.

 

La primera categoría hace referencia a los datos personales, ni propios ni ajenos, ya que solicitar direccionesnúmeros de teléfonoinformación bancaria o identificadores oficiales está fuera del alcance de estos sistemas, tanto por diseño técnico como por compromiso con la privacidad.

 

La segunda se relaciona con el acceso a cuentas privadas, como correos electrónicos, redes sociales o plataformas de mensajería. Solicitar contraseñas o intentar vulnerar la seguridad de otras personas constituye no solo una violación ética, sino un delito.

 

En tercer lugar, está prohibido solicitar o generar contenido ofensivo, discriminatorio o que incite al odio. La IA fue entrenada con protocolos de moderación en tiempo real que detectan y bloquean cualquier intento de producir material racista, violento o inapropiado.

 

El cuarto límite implica la petición de información para llevar a cabo actividades ilegales, ya sea desde la fabricación de explosivos hasta técnicas de hackeo, cualquier consulta de esta naturaleza será automáticamente rechazada.

 

El quinto punto es clave es que no se debe confiar en la IA para obtener diagnósticos médicos ni asesoría financiera personalizada, ya que aunque puede ofrecer información general, estos temas requieren la intervención de profesionales acreditados que evalúen cada caso en contexto.

 

Finalmente, los modelos no están habilitados para hacer predicciones del futuro ni emitir opiniones personales. Desde siempre, los expertos han advertido que los modelos de IA no cuentan con emociones ni conciencia, y aunque pueden usar datos históricos para estimaciones, no deben ser tomados como oráculos infalibles.

 

Asimismo, los expertos aseguran que el uso indiscriminado de la IA como “consejera emocional” también puede ser riesgoso, sobre todo entre jóvenes y adolescentes que acuden a ella en busca de contención. En este sentido, es necesario tener criterio propio y conocer los límites de la tecnología para aprovechar su potencial sin caer en excesos o falsos supuestos.

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