Una niña de seis años se debate entre la vida y la muerte luego de ser víctima de una brutal agresión ocurrida en su casa en Louisville, Kentucky. El ataque, registrado poco antes de la una de la tarde del 19 de junio de 2025 en una casa del bloque 2900 de Wilson Avenue, movilizó a la policía local tras recibir el reporte de una menor golpeada con un martillo.
Los oficiales que acudieron a la escena encontraron a la niña con heridas graves en la cabeza, incluida una fractura en el cráneo y hemorragias cerebrales, por lo que fue trasladada de emergencia al Norton Children’s Hospital, donde permanece bajo observación médica. Además, debido a la gravedad de sus lesiones, la unidad de homicidios se unió a las investigaciones.
Durante el primer interrogatorio, el hermano de la menor relató a los agentes que intentó frenar el ataque, logrando sujetar a su madre para impedir que la siguiera golpeando. Sin embargo, la agresora le contestó: “Déjame terminar con ella”. La mujer, identificada como Zeinab Abdi, de 40 años, fue arrestada y puesta a disposición de las autoridades.
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— True Crime Updates (@TrueCrimeUpdat) June 21, 2025
Zeinab Abdi, 40, has been charged with attempted murder with domestic violence after allegedly beating her 6-year-old daughter with a hammer in Louisville, Kentucky. Police responded… pic.twitter.com/LebKjW9FdE
Abdi enfrenta cargos por intento de asesinato dentro del ámbito de violencia doméstica y compareció ante un juez el día siguiente. En la audiencia se le prohibió cualquier contacto con menores, incluidos sus propios hijos, y se le impuso una fianza de medio millón de dólares en efectivo.
La misma tarde de los hechos, tras escuchar a los testigos y tomar las declaraciones necesarias, los investigadores obtuvieron una confesión de la acusada. En su declaración, admitió tener episodios de ira incontrolable y reveló que, en medio de una explosión de furia, golpeó varias veces a su hija en la cabeza con un martillo, sin precisar cuántas veces.
Según las leyes del estado de Kentucky, la tentativa de homicidio es clasificada como delito grave de Clase B, con penas que van de 10 a 20 años de prisión. Si el delito se hubiera consumado, habría sido considerado homicidio intencional, clasificado como Clase A, cuya sentencia contempla desde 20 años de cárcel hasta cadena perpetua.
El caso encendió las alarmas entre los organismos de protección infantil, y aunque no existen antecedentes similares en el historial de la agresora, las autoridades hicieron un llamado a la comunidad para denunciar cualquier forma de maltrato. Mientras tanto, la pequeña víctima sigue luchando por su vida bajo cuidados intensivos.
