
Las redes sociales cambiaron la forma en que las personas acceden al conocimiento sobre el cuidado de la piel, y lo que antes requería una consulta dermatológica ahora puede viralizarse en cuestión de minutos, aunque no siempre de manera responsable. Un claro ejemplo es el controvertido método que popularizó la joven Tia Zakher en TikTok, conocido como “piel de cavernícola”.
Zakher, de 22 años, se volvió tendencia al compartir su inusual rutina de cuidado facial, basada en la completa abstención del lavado de su cara y del uso de cualquier producto cosmético, esto bajo el argumento de que debe dejar que la piel se "desintoxique" por sí sola. Según explica en su video, notó una acumulación visible de suciedad tras semanas sin tocar su cara, pero también una aparente disminución del enrojecimiento. “Mi piel está básicamente eliminando todo el daño e intentando recomponerse”, aseguró la tiktoker, aunque reconoció que el proceso fue difícil al hacerse evidente la suciedad.
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♬ original sound - tia zakher
Las imágenes muestran su cara con zonas secas, escamosas e incluso amarillentas en frente, mejillas, nariz y boca, lo que alarmó a sus seguidores. Pese a advertir que este método no es recomendable para todos y sugerir consultar a un profesional antes de imitarla, expertos en dermatología levantaron la voz ante el riesgo de que esta tendencia se propague entre los usuarios.
La dermatóloga Yury Nahidú Pardo calificó esta práctica como peligrosa, aclarando que lo que Zakher interpreta como regeneración cutánea es, en realidad, una condición conocida como dermatosis neglecta. Esta afección se caracteriza por la acumulación de células muertas, grasa, sudor y suciedad, generando placas oscuras o escamosas. “No es piel renovándose, es mugre atrapada”, enfatiza la especialista. Además, advirtió que estas condiciones pueden derivar en infecciones si no se atienden.
El tratamiento comienza con una adecuada higiene facial, preferiblemente con limpiadores suaves, exfoliación no agresiva y, en algunos casos, cremas dermatológicas específicas. Es un proceso que requiere constancia, pero alejado de los extremos que pueden perjudicar la salud cutánea.
Por su parte, la doctora María Lia Pieretti, especialista en dermatología pediátrica y neonatal, alertó sobre los efectos de esta afección, describiéndola como manchas verrugosas, hiperpigmentadas y de aspecto sucio, que se localizan comúnmente en zonas como cuello, axilas e ingles. Explica que la falta de higiene provoca una acumulación de sebo, sudor, corneocitos y queratina, y que el diagnóstico puede confirmarse mediante una simple fricción con alcohol, que permite eliminar las lesiones.
Aunque es cierto que el abuso de productos cosméticos puede ser contraproducente, abandonar por completo la higiene facial no es la solución. La clave, según los especialistas, está en el equilibrio de una rutina sencilla, consistente y basada en evidencia médica.