México lleva a cabo acciones diplomáticas frente a posible impuesto a remesas

México lleva a cabo acciones diplomáticas frente a posible impuesto a remesas

Foto: Enfoque

Durante la conferencia matutina del 26 de mayo, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su postura frente a la iniciativa estadounidense que busca aplicar un gravamen sobre las remesas enviadas desde ese país. Aseguró que la administración actual coordina esfuerzos con organizaciones de migrantes y autoridades diplomáticas para impedir la aprobación de dicha medida en el Senado de Estados Unidos.

 

Así, distintos grupos de mexicanos residentes en el extranjero, en particular ciudadanos con doble nacionalidad, trabajan en la redacción de cartas y comunicados dirigidos a legisladores norteamericanos. Esta movilización forma parte de una estrategia legal y cívica que incluye actividades informativas y manifestaciones pacíficas en territorio estadounidense. Según la presidenta, estas acciones respetan plenamente el marco legal vigente en ese país y reflejan una defensa legítima de los intereses de las familias mexicanas.

 

 

México, subrayó, es hasta ahora el único país que ha manifestado públicamente su desacuerdo con esta propuesta fiscal. "No estamos de acuerdo en ningún lugar del mundo, pero obviamente nuestro interés son las familias mexicanas", declaró la presidenta ante medios de comunicación durante la conferencia.

 

Organizaciones civiles y la representación diplomática mexicana en Estados Unidos están en contacto con senadores para exponer los efectos económicos y sociales negativos que podría tener este tipo de carga fiscal. Además, se recordó la existencia de un acuerdo bilateral firmado en 1992 entre ambos países, el cual establece que no deben aplicarse impuestos dobles sobre los mismos ingresos. Implementar esta medida, en opinión de las autoridades mexicanas, resultaría en una afectación directa a los sectores más vulnerables de la población.

 

Gran parte de los trabajadores migrantes ya contribuyen fiscalmente a través de impuestos sobre consumo y empleo. De acuerdo con cifras mencionadas durante la conferencia, solo el 20% de sus ingresos es destinado a remesas. El resto permanece en la economía estadounidense, ayudando al funcionamiento de múltiples sectores productivos.

 

Impactos de esta iniciativa no solo recaerían sobre quienes viven fuera del país. Familias de escasos recursos en México dependen en gran medida de los envíos recibidos para solventar gastos básicos. En zonas rurales y comunidades marginadas, las remesas representan una fuente sustancial de ingreso y estabilidad económica. Su reducción o encarecimiento afectaría directamente su bienestar.

 

Persiste una postura firme del gobierno mexicano frente a este planteamiento fiscal internacional. La defensa de las remesas se ha convertido en un eje clave de la agenda bilateral, combinando gestión diplomática, respaldo social y argumentos legales para proteger los ingresos de millones de hogares dependientes de estos recursos. Las acciones seguirán evolucionando conforme avance el proceso legislativo en Estados Unidos. (NotiPress)

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