
Un equipo de científicos chinos presentó un material revolucionario que podría desafiar el desarrollo de la futura Cúpula de Oro, el ambicioso sistema antimisiles anunciado por Donald Trump. Se trata de un revestimiento furtivo multiespectral capaz de burlar tecnologías de detección por infrarrojos y microondas, lo que lo convierte en un posible talón de Aquiles para los sistemas defensivos planteados por Estados Unidos.
Este avance tecnológico proviene de la Universidad de Zhejiang, donde un equipo liderado por el profesor Li Qiang desarrolló una estructura compuesta capaz de soportar temperaturas de hasta 700 grados centígrados sin perder su efectividad sigilosa. En pruebas comparativas con un cuerpo negro, el modelo estándar de absorción de radiación, el nuevo material emitió considerablemente menos radiación infrarroja, entre 37 % y 63 % menos, según los investigadores.
El secreto estaría en su compleja composición, ya que el material cuenta con una capa superior que actúa como escudo contra la humedad y una capa inferior que asegura su firme adhesión a cualquier superficie. Entre ambas, una metasuperficie de microondas permite desviar señales de radar incluso bajo condiciones extremas de calor, sin comprometer la integridad estructural.
Según Li Qiang, este dispositivo representa un salto en la tecnología furtiva, especialmente cuando de misiles y aviones hipersónicos se trata, que requieren materiales resistentes al calor sin perder su capacidad de camuflaje. El estudio fue publicado en la revista Nano-Micro Letters y captó la atención de analistas militares en todo el mundo.
Este anuncio llegó justo después de que Trump, acompañado por su secretario de Defensa, Pete Hegseth, presentara los avances de la Cúpula de Oro, un sistema inspirado en la Cúpula de Hierro israelí y concebido para proteger a Estados Unidos de amenazas balísticas, hipersónicas y de crucero. La construcción de este escudo tiene previsto extenderse hasta 2045, con una inversión estimada de 542,000 millones de dólares.
Por su parte, Xi Jinping y Vladímir Putin manifestaron su preocupación ante lo que consideran una nueva amenaza para la seguridad internacional, al mismo tiempo que insistieron en la necesidad de mantener un diálogo constructivo entre potencias.