
La salud mental es un tema prioritario en la agenda mundial, pero pocas veces se habla de la influencia directa que una persona puede tener sobre la salud emocional de su pareja.
Un reciente estudio publicado en la revista Exploratory Research and Hypothesis in Medicine plantea una hipótesis: la depresión y la ansiedad podrían transmitirse a través de los besos y la convivencia íntima, y con solo seis meses de relación con una pareja que padezca alguno de estos trastornos, se pueden empezar a presentar síntomas en la otra persona.
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El estudio, llevado a cabo en Irán con 1,740 parejas recién casadas, analizó la relación entre el microbiota oral y la salud mental. Se encontró que las bacterias bucales, como Clostridia, Veillonella, Bacillus y Lachnospiraceae, que están asociadas con trastornos cerebrales, se transmiten entre parejas mediante el contacto íntimo, en particular los besos. Esta transmisión bacteriana podría influir en la aparición de síntomas de depresión y ansiedad en la pareja sana.
Durante el estudio, los cónyuges sanos comenzaron a mostrar síntomas como insomnio, irritabilidad, tristeza persistente, fatiga y dificultades de concentración. Estos signos, comunes en trastornos de ansiedad y depresión, fueron evaluados mediante instrumentos como el Inventario de Depresión de Beck y el Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh.
La investigación indica que las mujeres son más propensas a desarrollar síntomas de depresión y ansiedad en este contexto de contagio a través de la microbiota oral. Esto coincide con datos globales que muestran que la depresión afecta a un mayor porcentaje de mujeres que de hombres. Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 6 % de las mujeres adultas presentan depresión, frente a 4 % de los hombres.
Reconocer los síntomas y actuar. ¿Qué hacer si mi pareja tiene una afección de salud mental?
Los síntomas de depresión y ansiedad pueden incluir tristeza persistente, ansiedad excesiva, cambios en el apetito y sueño, fatiga, dificultad para concentrarse y pérdida de interés en actividades cotidianas. En el contexto de una pareja, es fundamental estar atentos a estos signos, especialmente si se desarrollan en un periodo de convivencia prolongado con alguien que ya presenta estos trastornos.
Ante la sospecha de contagio emocional o microbiológico, se recomienda:
- Buscar ayuda profesional en salud mental para ambos miembros de la pareja.
- Mantener una comunicación abierta y apoyo mutuo.
- Adoptar hábitos saludables que fortalezcan el sistema inmunológico y la salud mental, como ejercicio, alimentación equilibrada y manejo del estrés.
- Considerar la higiene bucal y la salud microbiológica como parte de la prevención.
Finalmente, aunque la idea de que la depresión o ansiedad “se contagien” puede sonar alarmante, también abre la puerta a un mayor entendimiento sobre cómo las relaciones de pareja influyen en la salud mental de ambos. La clave estará en la comunicación, el respeto y la búsqueda de ayuda profesional.