
Puebla nuevamente será casa de la Selección Mexicana de Futbol, cuando este 30 de mayo, el representativo femenil reciba a su similar de Uruguay, en partido de preparación que se celebrará en el Estadio Olímpico de la BUAP.
Este encuentro, que marca el primer partido del Tri Femenil en esta ciudad, es un paso importante para visibilizar el futbol femenil; sin embargo, la realidad es que el impacto mediático y económico de este partido sigue siendo menor en comparación con los de la selección varonil y, una pequeña muestra de ello, es que la entrada al partido será gratuita.
???????? La secretaria de Deporte, Gaby “La Bonita” Sánchez, anunció el próximo partido femenil entre México y Uruguay, el 30 de mayo en el Estadio Universitario de la @BUAPoficial, con entrada gratis. pic.twitter.com/NvV7tEutbh
— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) May 22, 2025
En el marco del Día Internacional del Futbol Femenino, que se celebra el 23 de mayo, el balompié de mujeres en Puebla enfrenta grandes retos que limitan su desarrollo en comparación con estados como Nuevo León y la Ciudad de México, donde el deporte ha alcanzado mayor consolidación.
Mientras equipos como Tigres, Monterrey, América, Pumas y Cruz Azul dominan la Liga MX Femenil gracias a su infraestructura, patrocinios, cobertura mediática y programas de formación, el Club Puebla Femenil lucha con resultados pobres, recursos limitados y poca visibilidad.
Pero este panorama tiene un problema de raíz. La escasez de ligas femeninas, falta de escuelas de formación, la necesidad de que niñas talentosas jueguen en equipos de niños y la carencia de apoyos son problemas estructurales que frenan el desarrollo del deporte en el estado.
Puebla carece de academias de futbol femenil estructuradas y programas juveniles robustos. No hay un sistema continuo de formación que identifique y desarrolle talento desde edades tempranas. Y eso, por supuesto, repercute en el plano profesional.
Y en este tenor, a nivel "profesional", el futbol femenil poblano ha tenido un desempeño sin pena ni gloria. Un panorama totalmente gris en la Liga MX. Tan solo en este torneo de Clausura 2025, terminó en el fondo de la tabla con solo seis puntos y 44 goles recibidos en 17 jornadas.
Pareciera poco, pero la carencia de infraestructura específica para el futbol femenil impacta en el rendimiento de las futbolistas. No contar con una cancha exclusiva para sus entrenamientos, poco a poco va afectando a las jugadoras. Y es que, desafortunadamente, el uso del estadio suele priorizarse para los hombres.
Y como una escalada, los resultados son producto de este panorama. El jugar de local no es una ventaja para las poblanas, puesto que las jugadoras no entrenan en el campo del estadio. Por tanto, la falta de resultados favorables, limita el interés de patrocinadores y aficionados, perpetuando un ciclo de escasos recursos.
Aunado a esto, la cobertura mediática del futbol femenil en Puebla es escasa. Los partidos no son televisados ni en plataformas digitales, simple y llanamente porque no significan un ingreso para las televisoras.
Y este círculo vicioso se repite temporada tras temporada, provocando que muchas jugadoras opten por el retiro a temprana edad, además de que los sueldos que perciben no se comparan en lo más mínimo con los millones que reciben los hombres.
Pero, a pesar de este panorama, el equipo femenil ha luchado por mantener un rendimiento competitivo que, aunque no le alcanza para destacar en la Liga MX Femenil, le ha valido para contar con una pequeña base de aficionados que reconocen su esfuerzo y trabajo.
Contrario a lo que se vive en el representativo varonil que, a pesar de contar con todos los privilegios del que goza un futbolista profesional, fue abandonado por la afición en los últimos juegos de la temporada por su pésimo desempeño que lo ubicó en el penúltimo lugar de la tabla de cocientes y, por ello, ahora está obligado a pagar una multa de 47 millones de pesos ante la Femexfut.