
Las estimaciones sobre el abstencionismo en las elecciones judiciales del 1 de junio, de acuerdo a datos recientes de encuestadoras, apuntan a una participación ciudadana muy baja, con proyecciones que oscilan entre 80 % y 90 % de personas que no votará en el proceso electoral.
Por ejemplo, Mitofsky aplicó una encuesta a principios del mes pasado y los resultados arrojaron que 86.4 % de los encuestados no conoce el proceso para elegir a los miembros del Poder Judicial de la Federación, además, 59 % expresó poco o ningún interés en informarse sobre las elecciones, mientras que solo 39.9 % mostró cierto interés.
⚖️ 2ª #EncuestaMitofsky rumbo a la elección del Poder Judicial:
— MITOFSKY (@Mitofsky_group) May 22, 2025
???? Baja el interés y la participación
❌ Ningún perfil tiene ventaja clara
????️ Cada voto y movilización cuenta más que nunca
????️ Análisis de @RoyCampos #SupremaCorte #México2025 https://t.co/HGuaS4tWtf pic.twitter.com/XU4QzYm1rz
Estos resultados manifiestan una alta probabilidad de abstencionismo debido a la falta de información y desinterés generalizado.
Por su parte, en un mismo ejercicio aplicado por El Financiero, 54 % de los encuestados indicó estar poco o nada enterado de las elecciones judiciales, mientras que 43 % dijo estar algo o muy informado. Una tendencia que refleja una falta de conocimiento que podría traducirse en baja participación.
#OpiniónEF | "Se anticipa que los márgenes de abstencionismo estarán entre el 80 y 90% de la lista nominal, lo que evidentemente será el mayor fracaso electoral de la vida democrática del país": Alejo Sánchez Canohttps://t.co/0XHieTeVkS
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) March 31, 2025
Konrad Adenauer Stiftung también aplicó este método y reportó que 63 % de los entrevistados considera probable que vote el 1 de junio, lo que implica un abstencionismo potencial del 37 % en el mejor de los casos.
Este porcentaje es optimista en comparación con las otras fuentes, ya que no aborda directamente el desinterés o la falta de información.
Sin embargo, el mismo INE proyecta una participación de entre 18 % y 20 %, es decir, que el organizador de esta elección judicial reconoce que habrá un abstencionismo de entre 80 y 82 %. Cifra cercana a las que publica TV Azteca, que hace estimaciones aún más pesimistas, con un abstencionismo de hasta 90 %, debido a la complejidad de las boletas, el desconocimiento de los candidatos y errores en el proceso electoral.
¿El peor fracaso electoral de la historia?
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) March 28, 2025
Las proyecciones sobre la posible participación en la #ElecciónJudicial no son nada alentadoras, incluso desde el propio #INE
Una boleta compleja, votar por números, candidatos desconocidos, además de errores y omisiones en los nombres… pic.twitter.com/StwR2iiT06
A diferencia de lo que sucede en una elección para elegir integrantes del poder ejecutivo y legislativo, donde un sinfín de encuestadoras lanzan múltiples resultados previos a la jornada electoral, en la elección judicial, sucede todo lo contrario y hay menos visibilidad o discusión al respecto.
La combinación de restricciones legales, un presupuesto reducido, desinterés de participación ciudadana, la complejidad del proceso, falta de competencia en muchas boletas, controversias políticas y la dificultad para informar a la ciudadanía ha ocasionado este panorama.
¿Qué pasaría sí la participación es muy baja?
Si el abstencionismo es la figura principal en la elección del 1 de junio, no se invalidarán los resultados y los jueces electos asumirán sus cargos sin impedimentos formales. Sin embargo, política y socialmente, una baja participación sí alimentaria las críticas sobre la legitimidad del proceso, debilitaría la confianza en el Poder Judicial y exacerbaría la polarización.
La percepción de un sistema judicial politizado o poco representativo podría tener consecuencias a largo plazo, especialmente en un contexto de controversia sobre la reforma. El impacto en la credibilidad del proceso será significativo, especialmente si se percibe que el proceso favoreció a candidatos afines al oficialismo o a grupos de interés.