Después de darse a conocer que varias famosas como Jennifer Lawrence y Rihanna demandarían a Google por la filtración de sus fotos íntimas, el gigante informático respondió que ya se dio a la tarea de eliminar las miles de imágenes que circularon a través de sus ventanas.
"Hemos borrado decenas de miles de imágenes, empezando pocas horas después de recibir las peticiones, y hemos cerrado cientos de cuentas. Internet se usa para muchas cosas buenas. Robar fotos privadas de gente no es una de ellas", comentó un portavoz a la sección Page Six del diario New York Post, medio que dio a conocer la intención de llevar a un pleito jurídico la situación.
Cara Delevinge, Amber Heard e incluso Kim Kardashian se vieron afectadas por el bombardeo de sus fotografías al desnudo. El abogado de algunas de ellas, dio a conocer que Google podría perder 100 millones de dólares por difundir los archivos extraídos de sus equipos personales.
El representante legal, Marty Singer, calificó el comportamiento de la compañía como "poco ético y premeditado".
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